viernes, 1 de octubre de 2010

Eclosión (paranoia otoñal)


La conjura de los tormentos pasados llegó a su fin,
y el pequeño y viscoso gusano nocturno
supo que era el momento:
de renacer en otro cuerpo.

Se encaramó a lo alto de la roída hoja,
que coronaba su casita arbórea,
así, a modo de altar,
y se deleitó en su imagen
de manjar sacrificado a los Dioses.

¿Su propósito?
Que aquella piel sucia suya,
abyecta, repugnante, usada de tanto
fingir vivir cuando en realidad
era un abrigo muerto y apestoso,
liberara a su verdadera esencia.

Un rayo de sol rasgó con suma saña
el firmamento azul y frío como
la sangre de un demonio,
y el pobre gusanito
miró a los inexistentes
seres divinos antes de
sacrificar su pestilente disfraz:

"Necesito un cambio de piel",
se justificó innecesariamente.

Y lo dijo, y lo hizo, y se arrancó
la carne densa a tiras...

Algunas gotas de sangre espesa
salpicaron los redondos ojitos del insecto,
inyectados en destructivo deseo,
y el gusano atormentado
se vio de pronto negro y extraño,
y dolorido.
Pero un dulce bufido
fue suficiente para que el último rasguño
de dolor, allá, en su tronco mínimo,
despareciera: voilà! Surgieron dos alas,
gloriosas, oscuras y rojas, ¡he aquí la mariposa!

El gusano ya no existía, la princesa del aire le sustituía.

La difunta piel arrancada se caía del arbol al suelo,
como basura, excremento, horror etc...,
y la mariposa iniciaba soberbia su vuelo.
A reunirse con los suyos, a matar con su Belleza.
Qué feliz era, cómo surcaba los aires...

Qué feliz,
aún no sabía que las mariposas
no viven
más de
dos
días.


Si lo hubiera sabido,
habría echado de menos
su apestosa carne
de repugnante
gusano,
que se pudría,
que desaparecía...

2 comentarios:

Maese Salakov _ dijo...

Zorionak! Por el poema/expurgo y por su cumpleaños (me lo ha chivado Myspace; y entre que esa plataforma es bastante aséptica y por el 'Feisbuc' parecen la cosas como pequeñas invasiones de nuestra intimidad... pues le felicito desde aquí). Disfrute de su condición de crisálida...

Y eso.

P.D.: Al final escribí el vómito contra Nestlé y George Clooney para el Osmundo Bilbao de este año. Me apetecía y tal. Una muestra:

«Fíjense bien en él porque a ese capuchino ha ido a parar una subatómica parte de aquella semilla de cacao con la que comenzaba nuestra historia ─¿se acuerdan aún?─, así que no dejen de advertir cómo ésta se introduce en su boca, cómo tizna levemente sus incisivos perfectos, cómo baja por su esófago mientras ensaya ante la cámara la sonrisa del millón, arquea levemente una ceja y desde el otro lado del televisor ─y esto es lo peor, lo más insoportable, el hecho de que nos lo pregunte como si conociera todo el proceso y le diera igual, como si todavía nos estuviera vacilando el muy cabrón─ el comprometido actor nos inquiere seductoramente:
─¿Y qué más?
»

Ian Grecco dijo...

¡Muchas gracias, Salakov!

Y...¡QUÉ BUENA LA MUESTRA DE SU RELATO! ¡BUENÍSIMA! Me ha gustado mucho, jejejeje..., ¡genial que haya desarrollado la idea que tuvo hace un año! Me encantará leerla entera...

Un abrazo, compañero.